Vivimos rodeados de marcas. A nuestro alrededor hay miles y miles de ellas expresándose de maneras y formas distintas. Una de ellas es el lado emocional que muchas veces nos impacta a manera inmediata. Puedes amar u odiar un spot o un cartel a primera vista, como también lo puedes amar y serle fiel de por vida. En la sociedad contemporánea, el marco simbólico constituido por ese universo marcario impacta y deja huella en nuestra cotidianeidad. Las marcas se han convertido en un fenómeno comunicacional y comercial en una escala que ha ido avanzando a través de la historia trascendiendo y convirtiéndose en un activo componente de la cultura.
Los aspectos emocionales sostenidos y expresados a partir de vivencias y valores positivos, son el motor inicial de esa relación y constituyen la matriz del diálogo que se forma y establece con cada individuo. El lado emocional entonces se forma a partir de las necesidades del individuo y de las formas creativas que cada uno tiene de expresar o crear una necesidad en él. Emociones, valores, necesidades se usan de forma conjunta o individual para llegar al público objetivo que se requiere y por lo tanto el éxito de las ventas.
Aquí unos ejemplos:
Coca-Cola
Sony Ericcsson
http://www.youtube.com/watch?v=qQtiZicBrLQ
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